Los nuevos amigos de Booker lo presionan para que pruebe a vapear, pero él los rechaza y les advierte sobre los peligros. No escuchan y cuando el entrenador Spitz encuentra un vapeador, los chicos afirman que pertenece a Booker y lo suspenden. Mientras Raven, decepcionada, busca entender qué está pasando con su hijo, Booker se propone limpiar su nombre.