Invierno de 1968, toda España estaba pendiente de una noticia: ¿Encontrarían corazón para el paciente 10.486.066? El barrio vive con angustia los avatares del trasplante que va a realizar el Marqués de Villaverde por dos razones: Por la vida del enfermo y por la suya propia, ya que corren todo tipo de rumores temen pisar un hospital no sea que por un catarro les extirpen el corazón tan deseado.