Antes de acostarse, Mercedes y Antonio hacen planes, imaginando todo lo que podrían hacer si les tocara el Gordo en la lotería de Navidad: un viaje, comprarse un coche, dejar de trabajar... En realidad, el sueño de Antonio y Mercedes, esa noche del 21 de diciembre de 1968, es el mismo que tuvieron (y que continuamos teniendo) millones de españoles las horas previas al sorteo.