Los días en la cárcel de la Inquisición debilitan a Lucía que, tras la arriesgada visita de Telmo para confesarle su amor, decide hacer caso al consejo de Lasarte y fingir su locura para librarse del encierro. Pero, lejos de suponer su salvación, Lucía termina bajo custodia de su hermano y con la noticia del feliz enlace entre Telmo y Juana. Y es que Lebrín orquesta el matrimonio sabedor del peligro que corre su amigo sospechoso de ser judaizante. Mientras, Marie Anne y Gabriela se dejan llevar y recuperan su prohibida historia de amor.